martes, 23 de febrero de 2010

FICD: Fashion Obsessive Compulsive Disorder

Lo reconozco, en cuestión de moda soy obsesiva compulsiva, apremiante e insistente. Cuando me enamoro de una prenda no puedo parar hasta conseguirla. Lo bueno es que tengo un punto realista que me hace no enamorarme de prendas que son inasequibles por mi bolsillo, aunque siendo honesta diré que me enamoro igual pero mi cerebro distingue perfectamente un “george clooney” de un zara cualquiera, un bolso Lady Dior de un PG o un Amazona de Loewe de un Salvador Bachiller.

Igual que cuando te enamoras y sueñas con verle, besarle, tocarle y te imaginas con él en distintas situaciones, en el cine, en un restaurante, en el coche, hasta te imaginas el día de tu boda… y te montas una película, y luego despiertas. Mis flechazos y obsesiones con la moda funcionan igual. Mi última obsesión, una capa estilo country british fantástica con la que ya me imaginaba yendo a la sierra, al campo y en concreto yendo a la hípica, a montar a caballo. Cualquiera que me oiga… quiero decir, que me lea, pensará que soy una experta amazona y que la equitación está entre mis aficiones habituales…pues bien, no es así. Me gusta montar a caballo pero ni mucho menos lo hago con asiduidad, pero eso no es problema para imaginarme a mi misma con esa estupenda capa acompañada de pantalones y botas de montar. En mi obsesión, fui varias veces a la tienda a la espera de que siguiera mi capa pero a mejor precio. En la obsesión de la moda y con carencia de medios, el arte de la espera es fundamental. Hay que ser paciente, sobre todo en el caso de que el objetivo sea un capricho de temporada y no un básico. Recuerdo una de las veces que le enseñé a mi amiga Alexia la capa en la tienda y le dije “Ale, es ideal para montar a caballo” y ella, espontánea e ideal como es, me replica “claro, como vamos tanto a montar a caballoooo”, ambas nos echamos a reir pero en el fondo las dos sabíamos que ante una obsesión de este tipo, nada, insisto nada, podía pararme. Ahora puedo decir que tengo la capa en mi poder y que ya he organizado convenientemente un fin de semana con mis amigos para poder estrenarla, esto es, un fin de semana rústico con escapada a la hípica como colofón.

FOCD fashion obsessive compulsive disorders: cape
FOCD fashion obsessive compulsive disorders: cape por fliper con Burberry bags

Y ya que estamos hablando de obsesiones, la semana pasada, mientras estaba con mi peluquero intentando arreglarme el flequillo que yo misma me corté el día anterior (pero esto es otro tema) y mientras ojeaba un Cuore, vi a la estupenda Rachel Bilson con un look que me inspiró de repente, llevaba un bolero de pelo corto con unos vaqueros que le daban un aire chic y desenfado. Me vi identificada con el look e inmediatamente le envié un sms a mi novio “Gus, necesito un bolero de pelo corto, me acompañas de compras”; respuesta “esta tarde vamos” No vi su cara cuando recibió el mensaje, pero estoy segura que no me confundo cuando digo que leería el mensaje, se le encendería una sonrisa en su cara, y pensaría, esta niña nunca cambiará… Pues esa misma noche estrenaba el bolerito de color camel, con mis vaqueros, y mi bolso PG 2.55 y por supuesto que yo tan feliz.




Una buena fashionista, después de saciar su obsesión, ya tiene en mente su nuevo objetivo. Yo ya tengo el mío, se trata de un bolso estilo navy. A partir de ahora, estoy de nuevo en modo “busca y captura”.

sábado, 20 de febrero de 2010

No tengo nada que ponerme... o si?

Son las ganas de verse guapa, especial y con estilo lo que nos hace dedicar tiempo ante el armario pensando las posibles mezcolanzas de ropa perfectas para crear un nuevo look. Ante el ¡no tengo nada que ponerme!, la mayoría de las veces, sólo es necesario utilizar tu creatividad, una pizca de estilo y otra de descaro para arriesgar y voilá, con los mismos trapitos que tenías consigues una imagen fantástica, fresca, impactante y sobre todo económica, que te hará parecer que estrenas ropa cada día.

La clave está en pensar en la prenda de tu vestidor que quieres lucir y a partir de ahí construir el conjunto. No paramos de crear. A continuación pensar la ocasión para lucir el estilismo, si se trata de un look para ir a la oficina, si tienes una reunión de trabajo, si has quedado con tus amigas para ir de shopping o con tu pareja para celebrar vuestro aniversario. Si la prenda escogida tiene la suficiente personalidad como para brillar por si misma, el resto del conjunto debe ser armónico evitando restar protagonismo a la pieza elegida. No hay que dejar pasar por alto los complementos, la norma: pocos pero coordinados, un maquillaje acorde y un peinado cuidado harán el resto.

Ahora que está tan de moda lo ecológico, reciclar para ahorrar y conservar, os aconsejo mirar en vuestro armario y hacer un ejercicio de imaginación para buscar entre las múltiples combinaciones que se esconden entre tu ropa. Te sorprenderás.