¿Cuanto dinero te gastas en cremas, sesiones de peluquería, rayos UVA y potis varios? ¿Sirve de algo todo el esfuerzo que ponemos en cuidarnos? ¿Son los resultados los esperados? ¿Eres más feliz? ¿Ves tus objetivos cumplidos y te das por satisfecha? O por el contrario, una vez cumplidos unos, ¿te creas otros nuevos? ¿Continuas con la búsqueda del producto ideal o te rindes? Son muchas preguntas y es un tema que podría dar mucho que hablar.
¿Por qué las mujeres nos gastamos tanto dinero en estar guapas? Queremos vernos más atractivas, más flacas y más jóvenes. ¿Por qué es esto tan importante? ¿Por qué invertimos tanta energía en conseguir la belleza? Sentirse bella aporta seguridad. Hoy en día se valora más a una persona con buen físico que a una persona descuidada.
El buen aspecto da sensación de orden, disciplina, salud y limpieza. Todos esos valores son positivos pero en su extremo, existe el peligro de tornar en negativos cuando tu bienestar depende exclusivamente de ellos.
¿Por qué las mujeres nos gastamos tanto dinero en estar guapas? Queremos vernos más atractivas, más flacas y más jóvenes. ¿Por qué es esto tan importante? ¿Por qué invertimos tanta energía en conseguir la belleza? Sentirse bella aporta seguridad. Hoy en día se valora más a una persona con buen físico que a una persona descuidada.
El buen aspecto da sensación de orden, disciplina, salud y limpieza. Todos esos valores son positivos pero en su extremo, existe el peligro de tornar en negativos cuando tu bienestar depende exclusivamente de ellos.
No soy una persona gorda, sin embargo siempre me he sentido así. Tengo muchos complejos lo que significa que no me quiero a mi misma en cuestión de físico. No me gusta verme en las fotos, ni que decir tiene, en los videos… siempre siento que podría mejorar y ser de otra manera. Ante esto, ¿que puedo hacer? Según yo lo veo, tengo dos opciones: aceptarme como soy o cambiar aquellos aspectos que no me satisfacen, pero no vale de nada lamentarse, la inactividad no es la opción.
Entonces si la pasividad no me lleva nada más que a lamentarme, hay que pasar a la acción. Utilicemos la metodología del Change Management aplicáda al ámbito personal. Primero comencemos haciendo un diagnóstico de la situación para posteriormente establecer unos objetivos futuros. Hay que prestar especial atención a los objetivos pues sino somos realistas, acabaremos por no cumplirlos y nos generará cierta frustración. Para que eso no ocurra, nuestros objetivos deben de ser:
- Específicos, detallando lo que realmente se quiere alcanzar.
- Medibles, para así conocer el grado de avance.
- Alcanzables, osea que si tienes una talla 44, no puedes pretender quedarte en una 36 de golpe...
- Realistas, es decir si tienes un cuerpo pera, no pretendas conseguir un diávolo.
- Acotarlos en un plazo de tiempo y revisarlos periodicamente para ir modificándolos si fuera necesario.
Una vez establecidos, el siguiente paso es decidir como voy a lograrlos trazando un plan de transición que a modo de ejemplo podría ser el siguiente:
- Alimentación: Es fundamental cuidar la dieta. Lo mejor es que acudas al nutricionista para que te ponga una dieta personalizada. Es fundamental hacer cinco comidas al día, primero para no llegar con mucha hambre a la comida siguiente y segundo porque el cuerpo consume calorías durante el proceso de la digestion. Importante beber más de 2 litros y medio de agua al día. También son efectivos los complementos nutricionales tipo la levadura de cerveza para el pelo, o las Bayas Goji que tienen múltiples propiedades.
- Ejercicio físico: Hay que hacer ejercicio mínimo 3 días por semana. Sino eres deportista, establece objetivos cortos que te permitan cumplirlos facilmente y ve ampliando el entrenamiento progresivamente. En ningún caso comiences con una sesión muy dura pues sólo provocará que te desmotives y unas agujetas que serán la excusa perfecta para quedarte en casa al día siguiente.
- Cosmética: Las cremas ayudan si eres constante. Puedes utilizarlas para potenciar los resultados con cremas específicas que favorezcan la perdida de grasa y faciliten la hidratación de la piel. De las cremas que he probado, os recomiendo la crema anticelulítica Elancyl y la crema efecto frio de Deliplus (Mercadona), además ahora en el verano es muy agradable!
Hay que ser constantes y voluntariosos para mantenerlo en tiempo y forma. Pero no hay que descuidar un elemento imprescindible en la gestión del cambio y es el elemento psicológico que subyace de fondo. La rutina de trabajo no va a valer de nada sino va acompañada de un esfuerzo por aceptarse a uno mismo, y por aprender a quererse un poco más, en caso contraro, el plan no servirá más que para gastar dinero y alimentar la frustración viendo como una vez más los objetivos no se han cumplido.
Quererse a uno mismo es la clave para encontrar el bienestar físico y mental. Tendré que hacer tal y como sugieren las técnicas del Coaching.
Esto es, levantarme cada mañana, mirarme al espejo y repetir...
LAURA, HOY ESTÁS FANTÁSTICA!
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